sexta-feira, junho 02, 2006

Mari Alkatiri / Primer ministro de Timor-Leste

El País
MIGUEL MORA, Dili

“El sueño está cada vez más difícil”

Mari Alkatiri, primer ministro de Timor Oriental, es un hombre acosado. Su pequeño país sufre una gigantesca crisis institucional, militar, política, social y también humanitaria (ya hay 100.000 desplazados) que en un mes ha costado 30 muertos y decenas de heridos.

Un clamor, “Alkatiri culpable”, se extiende por las iglesias, la oposición, Australia, Estados Unidos y las bandas de ‘hooligans’ armados con catanas y palos que convierten cada día Dili en un caos. Pero Alkatiri es también un hombre frío, dueño de un humor sofisticado y un poco arrogante.

Y cuando su salida parecía irreversible, hizo valer su poder en el partido mayoritario, el Fretilin, donde tiene un apoyo (a mano alzada) del 97%, y pactó con el presidente Xanana Gusmäo. Ayer firmó las “dimisiones” del ministro del Interior, Rogério Lobato, que será sustituido por su viceministro, Alzino Baris; y del titular de Defensa, Roque Rodrigues, cuya cartera asume el ministro de Exteriores, José Ramos-Horta. La decisión equilibra el poder entre Alkatiri y Ramos-Horta, los hombres clave del país, en abierto enfrentamiento.

El premio Nobel pacificará el Ejército, Alkatiri admite que la ONU tutele las elecciones de 2007. En una entrevista conjunta con Público y El Pais, Alkatiri niega que haya una guerra étnica en su país y achaca la crisis a los intereses de las potencias extranjeras.

Pregunta. ¿Cómo definiría la remodelación del Gobierno?

Respuesta. El presidente me aconsejó que salieran dos personas y yo les he sustituido. Creo que eso demuestra que no soy un dictador, como dicen por ahí, sino muy tolerante.

P. ¿Lo dice por haber convertido a Ramos-Horta en super ministro después de que haya criticado su gestión?

R. El señor Ramos-Horta tiene tres personalidades: ministro de Exteriores, Premio Nobel de la Paz y persona. Yo aprecio más la de Nobel de la Paz.

P. Pero va a ser su ministro de Defensa.

R. ¡Tal vez el Nobel traiga la paz a Defensa!

P. ¿Ha aprendido lecciones de la crisis?

R. Muchas. La primera es que un país tan joven y pequeño tiene que preocuparse mucho de crear una seguridad del Estado que tenga bases sólidas y criterios rigurosos en la elección de sus responsables. La segunda, que debe pensar muy bien qué reformas emprende para mantener su soberanía nacional porque las potencias extranjeras prefieren que así seamos dependientes y no independientes.

P. ¿Cree que esas potencias tienen que ver con la explosión de la crisis?

R. No tengo ninguna duda de que hay intereses extranjeros en juego.

P. ¿Usted no se siente responsable?

R. El primer ministro es el principal responsable de todo.

P. Pero no dimite.

R. Si pensara que eso va a salvar al país, lo haría. Pero si dimitiera sólo complicaría el problema. No quiero aparecer como un mártir porque no lo soy pero no puedo dar ese paso. Mi partido ha demostrado ya que puede meter a 200.000 personas a Dili.

R. ¿Da la crisis por zanjada?

R. No. Sigue la crisis humanitaria, porque hay miles de refugiados que necesitan ayuda; y la institucional, porque la administración funciona aún a menos de medio gas y el Parlamento aún no funciona.

P. Las tropas extranjeras están al cargo de la seguridad del Estado. ¿Implica eso que Timor-Leste ha perdido la soberanía?

R. Naturalmente. Pero es solo un préstamo de soberanía temporal para evitar el derramamiento de sangre.

P. ¿Pensaba que el odio étnico entre lorosae (Este) y loromonu (Oeste) estallaría así?

R. Estoy muy sorprendido. Durante la lucha por la independencia contra Indonesia estuve fuera, pero antes ese problema no existía. Surgió en 1999, al final de la invasión. Esa herencia es lo peor que nos dejó Indonesia.

P: ¿Hay división étnica en el país?

R. No creo. Si la hubiera esto sería irreversible.

P. ¿Supone esta crisis el fin del sueño de Timor-Leste?

R. El sueño está cada vez más difícil. Hemos vuelto atrás mucho tiempo. Todavía no sé cuánto pero mucho. Pero haremos un gran esfuerzo para volver a la normalidad. Tenemos dinero. Somos el único país del tercer mundo sin deuda externa.

P. Pero muchos jóvenes gritan: comunista, musulmán, mozambiqueño, arrogante.

R. Todos sabemos de dónde viene la idea de independencia de este país. Y si no lo saben, deberían aprenderlo. Algunos murieron, la lucha continúa. Entonces nadie hablaba de la religión que profeso o de mi forma de ser. Éramos aventureros, media isla entre dos gigantes. Conseguimos la independencia y empecé a ser extranjero. ¿Arrogante? Hasta mi familia lo dice. Pero tengo sensibilidad. Lo que no tengo es esa cultura javanesa de sonreír a todo y luego apuñalar por la espalda. En cuanto a lo de comunista, no veo cómo podría ser comunista Timor-Leste si ya nadie lo es.

P. ¿Cree que la lucha por el poder ha sido el detonante de la crisis?

R. Sí. Pero no entre el presidente y yo. Eso es falso.

P. ¿Ramos-Horta quería ser primer ministro?

R. Si quiere serlo, le recomiendo que vuelva al Fretilin o cree un nuevo partido.

P. ¿Algún mensaje para la comunidad internacional?

R. Que asuman su responsabilidad. Hace tres meses pedimos apoyo a la ONU, que el Consejo mandase una pequena misión, y decidieron no enviarla. Se ha visto que teníamos razones para pedirla. Quizá alguien quiso evitar la presencia multilateral para que fuera bilateral.

3 comentários:

Anónimo disse...

Entrevista de Mari Alkatiri dada conjuntamente aos enviados do Público e do El País em 01/06/06, no Palácio do Governo, e publicada em 02/06/06 no Público. O enviado do Público é Adelino Gomes.

P – Depois das declarações do ministro José Ramos Horta sobre o seu Governo, havia quem esperasse que o demitisse. Afinal, escolheu-o para ministro da Defesa (em acumulação com a pasta dos Negócios Estrangeiros)…

R – É também para demonstrar a todos que não sou o ditador que dizem. Sou muito tolerante. Vejo no Ramos Horta três pessoas: Ramos Horta, Nobel da Paz; Ramos Horta Ministro dos Negócios Estrangeiros e Cooperação; e Ramos Horta, a pessoa em si.

P – Qual dos três convidou para a Defesa?

R – Naturalmente que aprecio mais o Ramos Horta Nobel da Paz.

P – Para ministro da Defesa talvez não seja a pessoa mais indicada…

R – Talvez traga a paz para a Defesa.

P – Desta crise, que lições tirou?

R – A primeira é que, sendo um país jovem, quando constrói as instituições do Estado, deve fazê-lo com base em critérios rigorosos de escolha; a segunda é que não deve descurar as formas e mecanismos para defender a soberania nacional, porque nem todos os países do mundo gostam que os países pequenos sejam soberanos.

P – Pensa que isso está na raiz desta crise?

R – Não tenho dúvidas.

P – Está a referir-se a potências estrangeiras? Quais?

R – Refiro-me a interesses estrangeiros no meu país. Ainda é muito cedo para explicar.

P – E não há culpas de liderança?

R – Naturalmente que há culpas. Uma criança às vezes cresce muito saudável, corre demais e cai.

P – Culpas suas?

R – Como primeiro-ministro sou sempre o principal responsável. O fusível é o primeiro a ser queimado, quando a energia oscila. Em todo o lado é assim. Felizmente que aqui há um partido enraizado no povo. Talvez por isso tenha sobrevivido a todas estas investidas, desde 2002.

P – Timor está praticamente no caos, o que significa que nem o partido maioritário, a Fretilin, foi capaz de o impedir.

R – Tem razão. Às vezes, por vontade de construir a paz, educamos os nossos militantes de forma a serem passivos demais. A nossa palavra de ordem escolhida em 2000 foi: “Tolerância máxima e vigilância total”. O que aconteceu foi uma tolerância sem limites e nenhuma vigilância.

P – Como aprecia a actuação da Igreja neste período?

R – Prefiro não comentar para não criar mais problemas neste momento.

P – O medo continua a fazer com que os deslocados não regressem a casa. Consideram que as causas não estão ainda resolvidas.

R – Quando escrevi ao engenheiro Sócrates a pedir a GNR, disse que o mais difícil é repor o sossego nas almas. O interessante é haver uma microcirurgia nos alvos: todos os seguranças que ficaram comigo têm as casas queimadas.

P – Sentiu-se seguro, durante estes dias?

R – Mais seguro agora do que há dias atrás. Nessa altura fiquei só com seguranças desarmados. Nunca saí da cidade de Dili.

P – Como é que pode dizer então que há condições para ultrapassar a crise?

R – Já há mais. Com a chegada da GNR, penso que as pessoas reganharão a confiança. Não digo que as forças que aqui estão não sejam eficientes. Mas não são adequadas para este tipo de violência.

P – Por que é que demorou tanto tempo a fazer a remodelação?

R – Não gosto de bodes expiatórios. Assumo as responsabilidades que devo assumir. Os meus colegas apresentaram as demissões, assumiram a sua quota-parte de responsabilidades. Tendo sido aconselhado pelo Presidente a demiti-los, acho que houve um encontro de boas vontades que eu devia reconhecer para a solução.

P – A remodelação aparece um pouco como “mais do mesmo”…

R – Estamos a nove meses das eleições. Colocar outra pessoa na pasta para se responsabilizar pelo seu sucesso ou fracasso não é justo. Acho preferível que as pessoas que estejam dentro do Governo assumam essas responsabilidades.

P – Como é que esta crise vai afectar a imagem internacional de Timor-Leste?

R – Ainda não sei quantos anos recuámos. Só quando recomeçarmos a gerir o Estado poderemos saber. Na altura em que Timor-Leste era um caso de sucesso, nenhum membro do Governo o criticava. Hoje já o criticam. O pior está ainda para vir. É a crise humanitária.
P – Tem consciência de que cada dia que passa é um pouco mais de soberania que Timor-Leste perde?

R – Quando se solicita a intervenção de outros, faz-se um empréstimo de parte da nossa soberania. Fizemos isso porque queríamos evitar o derramamento de sangue, mais mortes.

P – A hipótese de uma demissão sua está fora de causa?

R – Não. Admito a hipótese, se for essa a vontade do meu partido.

P – E se for necessário a sua demissão para salvar o país?

R – Essa é a questão. Tenho dúvidas de que uma demissão minha fosse salvar. Antes pelo contrário: estou convencido de que uma demissão, neste momento, sem ser a pedido da Fretilin, iria complicar todo o problema. Não me quero assumir como um mártir, que não sou, mas o sentido de responsabilidade aconselha-me a não dar esse passo errado.

P – Acusam-no de arrogante, frio e distante.

R – É a minha maneira de ser. Mesmo dentro da minha família dizem isso. Tento corrigir-me. Sou uma pessoa com sensibilidades e reajo com emoção. Não tenho a cultura oriental, javanesa, que sorri a tudo, mas apunhala pelas costas.

P – Tem alguma mensagem para a comunidade internacional?

R – Acho que deve assumir também a sua quota-parte de responsabilidades. Temos insistido com a ONU para que continue a dar apoio. Agora mesmo tentávamos que o Conselho de Segurança aprovasse uma nova missão para continuar cá e era difícil. Diziam que já não havia necessidade. Afinal, quem tinha razão? Será que se queria evitar a presença multilateral da ONU para poder haver presenças bilaterais? Não sei.

P - Como vê a divisão Lorosae-Loromonu?

R – Não acredito que haja divisão étnica. Há é grupos que a estão a explorar. Se houvesse, a estas horas já seria incontrolável.

P – O que é preciso mais? Temos uma cidade praticamente em estado de sítio.

R – O que se verifica nessa divisão étnica pode ser verificado em Dili, não no resto do país, em termos de Leste contra Oeste.

P – A violência faz parte da cultura timorense?

R – No tempo da luta estive fora. O timorense antes disso não era um povo violento. Era determinado, mas não violento. Em 1975, com muitos menos meios do que hoje, não havia a violência que há agora. As pessoas de Lospalos iam lutar à fronteira, os da fronteira acabaram por lutar em qualquer lado do país, nunca houve esse problema. É uma herança. A pior coisa que a Indonésia deixou aqui foi a divisão no seio do povo.

P – Acabaram por construir um “Estado teórico”, ouvimos criticar. A ligação a uma sociedade com estas especificidades histórico-culturais não foi entendida nem pela comunidade internacional – que aqui aplicou o “pacote democrático ocidental” -, nem pelos senhores, que são timorenses e que talvez tenham falhado.

R – É preciso investigar a realidade histórica e antropológica e ver como tratá-la e dignificá-la. É o caso da língua tétum. Cada um fala e escreve à sua maneira, apesar de termos produzido uma gramática provisória, produzida pelo Instituto da Linguística, mas não conseguimos que a sociedade o aceite.

Anónimo disse...

Comentários de Adelino Gomes, enviado do Público em Dili, que antecedem a entrevista com Mari Alkatiri:

“Recusa a ideia de um confronto étnico em Timor. Aponta, antes, o dedo acusador a “interesses estrangeiros”. Revela que chegou a andar com seguranças desarmados, em Dili. A presença da GNR fará o povo “reganhar” a confiança. Mas acha que o pior ainda está para vir.

Frases telegráficas, de um humor por vezes cortante, proferidas a meia voz. O chefe do Governo tomorense acabou de aceitar a demissão de dois dos seus ministros e de o comunicar a Xanana Gusmão, juntando-lhe os nomes de quem os substituirá. Espera-o, a seguir, uma comunicação ao país, ao qual vai explicar, em directo, a satisfação da principal das condições que o Presidente lhe colocou, há três dias, como forma de ultrapassar a crise – a demissão dos ministros da Defesa e do Interior. Ar algo cansado, mas nada a indiciar que se encontra, há semanas, no centro de uma tempestade sócio-político-militar, para a qual só encontramos paralelo nos tempos da guerra civil de 1975 e nos dias que se seguiram à divulgação, pela ONU, dos resultados do referendo de 1999.”

PS: tanto a entrevista como os comentários não estão on-line.

Anónimo disse...

Entrevista de Mari Alkatiri ao Independente e publicada em 12 de Maio de 2006, conduzida por Marina C. Ramos:

“Dili é mais segura do que Lisboa”

P – Afirmou já que a instabilidade sentida em Timor-Leste nas últimas semanas foi uma “tentativa de golpe de Estado constitucional”. O que o faz pensar assim?

R – Quando se exige a demissão do governo e a dissolução do parlamento nacional estamos perante uma tentativa de golpe de Estado constitucional. Essa é a única designação possível para os acontecimentos das últimas semanas. Houve uma tentativa deliberada de criar um vazio de poder, de paralisar o funcionamento normal das instituições do Estado para justificar a queda do executivo e do parlamento. Se, no início, se tratou de um protesto legítimo, um pedido de justiça em que se alegava discriminação no seio das forças armadas, a seguir os motivos alteraram-se. Os manifestantes não só queriam a minha demissão como atacaram órgãos eleitos democraticamente.

P – Quem esteve por detrás deste golpe?

R – Há membros com uma certa proeminência do chamado Colimau 2000, que é uma organização ilegal, mas também coordenadores distritais da oposição.

P – O Ministro dos Negócios Estrangeiros discorda dessa tese…

R – Não é verdade. O que Ramos Horta já disse é que o governo demorou a reagir à crise no seio das forças armadas, questão diametralmente oposta das exigências feitas pelos manifestantes.

P – Concorda então com Ramos Horta quando admite que o poder político não soube resolver a tempo o problema nas forças armadas timorenses?

R – A resolução não dependia apenas do governo… Agora é muito fácil dizer que se demorou mais tempo do que o desejável. A questão é que as medidas que se tomaram não foram bem acolhidas junto dos queixosos porque em causa estavam outros objectivos que não os inicialmente enunciados.

P – Pode dizer, como Ramos Horta, que “não há qualquer país vizinho interessado em perturbar as instituições democráticas em Timor-Leste”?

R – Se falarmos em países a resposta é negativa. Agora, há cidadãos e sectores estrangeiros envolvidos nesta contestação. Basta ler os artigos que têm saído em alguma imprensa australiana para perceber quais os interesses por detrás destas movimentações.

P – Quer dizer quais são?

R – Não sou porta-voz da imprensa australiana.

P – Esta não é uma guerra étnica, na medida em que a maioria dos manifestantes pertencem à etnia Kalade, considerando-se discriminados por isso?

R – É errado falar de guerra étnica porque se o fosse teríamos já centenas, senão milhares de mortos. A coexistência de diversas etnias no mesmo território não significa necessariamente divisão.

P – Como descreveria a actual situação no território?

R – Dili é mais segura do que Lisboa. É mais seguro viver na capital timorense do que na capital portuguesa. Se os rumores fossem verdadeiros, Timor estaria a ferro e fogo. Mas como boatos são apenas boatos, o país está estável. Embora reconheça que ainda haja questões para resolver. Além da questão dos peticionários (…), é preciso perceber quais as intenções dos elementos das forças armadas que abandonaram os quartéis nos últimos tempos. Desconhece-se por enquanto se se juntaram ou não aos petecionários.

P – Além dos incidentes no distrito de Ermera, quando o sequestro de um secretário de Estado resultou na morte de um polícia, um jornal timorense anunciou um boicote às instituições governamentais.

R – Há, de facto, uma intenção deliberada de boicotar as instituições e o normal funcionamento do governo. Mas a verdade é que as autoridades têm sido capazes de se antecipar e neutralizar essas tentativas. Neste momento, menos de dez por cento da população continua refugiada nas montanhas. Os números da ONU têm sido claramente empolados. Diziam que 70% dos habitantes tinham fugido, o que é um erro de cálculo grosseiro. Não quer isso dizer que estejamos a viver uma situação absolutamente normal. Em Dili está tudo normal, os serviços estão todos a funcionar.

P – Qual a atitude do governo face às exigências apresentadas pelo grupo de militares comandados pelo tenente Gastão Salsinha?

R – Devemos ter em consideração as reivindicações que apresentam. Mas, em termos militares, duvidamos de que usem a via militar para solucionar as divergências existentes. Julgamos que não arriscarão tal atitude. Nos últimos dias houve, de resto, uma aproximação da administração timorense com o objectivo de encetar negociações.

P – O grupo deixou claro que só negociará com o presidente Xanana.

R – É natural quererem negociar com o actual chefe de Estado. Não tenho ciúmes por Xanana Gusmão ter sido escolhido como principal interlocutor dos militares revoltosos. Mas o facto é que eles até agora ainda não quiseram dialogar.

P – Os timorenses devem aprender a governar o país, disse também esta semana o ministro Ramos Horta. São críticas directas à sua governação?

R – Como ele faz parte deste governo, as críticas são também para si próprio. Sou o primeiro a dizer que este executivo é uma escola de governação uma vez que não há memória institucional, dado que o executivo por mim chefiado é o primeiro. Estamos em aprendizagem permanente porque Timor é um país em construção.

P – Os planos de evacuação, tanto de australianos como de norte-americanos, acabaram por servir de rastilho à situação que se viveu?

R – Sim, mas acabaram por ser cancelados e o bom senso prevaleceu.

P – A Igreja teve um papel relevante para sossegar os ânimos?

R – Os bispos contribuíram para os esforços de pacificação, mas não me compete a mim avaliar os trabalhos da Igreja Católica.

P – A necessidade de recorrer à GNR significa que a Polícia Nacional de Timor-Leste ainda não está preparada para policiar o país?

R – Houve uma falha de comando e de organização no dia 28 de Abril (…), e nos dias seguintes. A PNTL está neste momento a reorganizar-se. Tivemos uma situação de pânico descontrolada e uma força externa pode ajudar a sossegar os ânimos e a resolver a actual situação. Que não é de instabilidade. Embora o pânico continuado possa provocar instabilidade.

P – O Governo português já disse que a GNR só regressará a Timor no âmbito da ONU. Preferia que fosse assinado um acordo bilateral?

R – Preferia, caso contrário terá de ser debaixo do Chapéu da ONU. Na primeira situação de crise da nossa jovem democracia, a 4 de Dezembro de 2002, as forças da ONU não actuaram quando o deviam ter feito. O único batalhão que o fez e à revelia do comando da ONU foi o português. Nesse dia, em que se exigiu a demissão do governo apenas seis meses depois de tomar posse, houve falta de eficácia das forças ao serviço das Nações Unidas.

P – Concorda então que a ONU deve prolongar e reforçar a presença em Timor-Leste, como foi discutido na semana passada?

R – Sim, como pedi na carta que escrevi ao SG Kofi Annan em Janeiro. A ONU deve permanecer no território para ajudar na administração pública e na polícia e assegurar que as eleições em Maio de 2007 decorrem com normalidade.

P – Que tipo de garantias lhe deu José Sócrates?

R – Falei com o PM português para lhe pedir que Portugal ajude Timor a estabelecer a ordem. Mas não vou avançar com pormenores, apenas que estamos em conversações.

P – Sente que pode perder o congresso da Fretilin marcado para a próxima semana?

R – Se houvesse essa certeza não teria havido estes problemas todos…

P – Logo, não pensa adiar o congresso?

R – Nem por uma hora. Independentemente de ter confiança ou não em ser eleito SG, o partido deve reunir-se e tomar as decisões necessárias.

P – A oposição à sua liderança deve apresentar uma candidatura alternativa?

R – Se o fizerem é um sinal de democracia interna do partido. Nessa altura veremos quem sairá vencedor.

P – Quatro anos depois da restauração da independência, em que outras áreas Timor continua a depender de apoio externo?

R – Justiça, sobretudo. Em 2002, quando tomámos conta do país, não havia administração pública, por isso é significativo termos tudo a funcionar. Nessa altura, 90 por cento do Orçamento do Estado era contribuição externa, hoje desceu para 10 por cento. Se isso não é progresso, não sei o que é. Talvez os 300 mil que vão diariamente à escola…

P – Estava previsto para este mês o anúncio dos vencedores do concurso de exploração petrolífera exclusiva timorense. Estes acontecimentos vão adiar o previsto?

R – Tudo decorrerá de acordo com o calendário anunciado.

P – Pensa que o petróleo é uma das razões que motivaram aqueles que estarão por detrás deste alegado golpe?

R – Não quero dizer isso. Naturalmente, quando um país é pobre ninguém se preocupa com ele. Quando começa a mostrar que é rico há preocupações, algumas excessivas.

P – Acredita que o pânico, como lhe chamou, poderá repetir-se de forma cíclica?

R – Gerir esta situação é gerir traumas. Embora não seja psicólogo nem sociólogo, é muito complicado lidar com traumas colectivos, tarefa que pode durar gerações até estar resolvida. Os massacres marcaram muito as populações. Acontecimentos como o do mês passado são solavancos inevitáveis na construção de um país e mesmo assim têm sido controlados com facilidade. Timor é apresentado como exemplo de sucesso e não queremos que a presente crise manche essa imagem.

P – Em que condições aceitaria uma intervenção imediata e militar de países com interesses em Timor?

R – Só se chegarmos à conclusão de que não controlamos a situação. Nesse caso a solução é pedir ajuda aos amigos. Mas vejo essa eventualidade como uma última e remota hipótese. Se no dia 28 de Abril não o fiz, presumo que o não farei nos próximos tempos.

P – Este descontentamento não reflecte a ausência de um desenvolvimento concertado do território, a existência de desigualdade entre Dili e o resto do país?

R – Se as questões que se levantaram não forem geridas de forma conveniente a coesão territorial pode estar em causa. Pode surgir uma guerra interétnica e inter-regiões. Penso que os problemas estão superados e que a calma regressou de vez ao território.

P – O governo timorense garante a segurança dos portugueses que vivem no território?

R – Mais do que a de alguns timorenses, que não têm segurança própria.

P – Gostava de voltar a ser eleito PM nas eleições legislativas do próximo ano?

R – Não me candidato nem me candidatarei ao lugar, mas se o partido assim o entender terei muito gosto em aceitar. Para já candidato-me ao cargo de SG no congresso da Fretilin, na próxima semana.

P – Durante estes últimos quatro anos, pensou alguma vez demitir-se do executivo timorense?

R – Só me faz essa pergunta quem não me conhece. Nunca. Nunca pensei. O partido entregou-me esta tarefa e só ele me poderá fazer abandoná-la. Se alguma vez a Fretilin, através dos seus órgãos próprios, me pedir que resigne, é o que farei de imediato. Não serão algumas centenas de pessoas que vêm para a rua em protesto que me farão resignar.

PS: não está on-line. É para a difundir e para mostrar que o que o PM de Timor-Leste disse quase um mês atrás é perfeitamente coerente com o que diz hoje e como tem uma visão de futuro para o seu país e de dedicação ao seu povo.

Traduções

Todas as traduções de inglês para português (e também de francês para português) são feitas pela Margarida, que conhecemos recentemente, mas que desde sempre nos ajuda.

Obrigado pela solidariedade, Margarida!

Mensagem inicial - 16 de Maio de 2006

"Apesar de frágil, Timor-Leste é uma jovem democracia em que acreditamos. É o país que escolhemos para viver e trabalhar. Desde dia 28 de Abril muito se tem dito sobre a situação em Timor-Leste. Boatos, rumores, alertas, declarações de países estrangeiros, inocentes ou não, têm servido para transmitir um clima de conflito e insegurança que não corresponde ao que vivemos. Vamos tentar transmitir o que se passa aqui. Não o que ouvimos dizer... "
 

Malai Azul. Lives in East Timor/Dili, speaks Portuguese and English.
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